"La economía de EU se recupera y los inversionistas Latinoamericanos están aprovechando"
Los analistas financieros en Estados Unidos comparan la crisis financiera que estamos viviendo con las grandes crisis de 2008, todos concluyen que ambas crisis son radicalmente distintas desde sus causas hasta sus consecuencias y su proceso de recuperación económica.
La crisis derivada del COVID-19 no tiene precedente alguno ya que ha sido una crisis global de origen pandémico y está cambiando las reglas del mundo. Ha detenido el crecimiento económico del mundo, generado un récord de desempleo y ha paralizado a todos los países, empezando por China y cerrando con Latinoamérica quien según los especialistas económicos será la región más afectada.
Para analizar la recuperación de la crisis es necesario entender su origen, las economías enfermaron porque el consumo se detuvo, todos los negocios relacionados con salir de casa, con interacciones humanas o de recreación tuvieron una grave afectación y muchas de ellas no pudieron resistir la enfermedad, si los negocios se encontraban débiles al momento de enfrentar la crisis, esta pudo ser una estocada final, para otros negocios la afectación ha sido menor pero están teniendo que reinventarse tanto en sus servicios como en su forma de operar.
La economía, como la describe Andrés Oppenheimer (escritor y analista político económico en Latinoamerica), está en un coma inducido, los organismos económicos están en un letargo, en el caso de Estados Unidos, han monitoreado sus signos vitales y han hecho inyecciones de capital por varios billones de dólares para evitar su muerte. En otras regiones como en Latinoamérica, los gobiernos no han generado apoyos ni incentivos a las empresas para sobrepasar los embates de la crisis y esto se está viendo reflejado con la re-apertura económica y la llegada de la nueva realidad.
En Estados Unidos el consumo interno está despertando de su letargo, la economía comienza a funcionar poco a poco con la reapertura gradual de casi todas las industrias y no es casualidad que los inversionistas latinoamericanos estén realizando inversiones en la economía que tiene un mejor pronóstico en comparación con países como México, Brasil o Argentina quienes tienen un pronóstico menos favorable en cuanto a su recuperación de la caída del PIB.
En los primeros cuatro meses de año la salida de capital de México llegó a 8.6 mil millones de dólares (Un poco más de 206 mil millones de pesos) según lo reportado por el Banco de México. Con estas cifras no es de sorprender si los analistas prevén una caída del PIB en México de entre 6% y 8%, mientras que en Estados Unidos se prevé un 2.5 al 3.8%.
Esto, aunado al acontecer político por el que está pasando México que ha detonado una fuerte incertidumbre y desconfianza en las políticas públicas, haciendo que los inversionistas mexicanos busquen mecanismos más seguros como bienes raíces en una moneda fuerte como el dólar.